¿Cómo saber si tengo acalasia
¿No puedes pasar los alimentos y te han dicho que puedes tener acalasia?
Es comprensible. Los síntomas como dificultad para tragar, regurgitación y sensación de obstrucción en el pecho pueden ser alarmantes. Pero ¿cómo puedes estar seguro de que se trata de acalasia?

Primero, es crucial entender que la acalasia es una enfermedad poco común del esófago que afecta el paso de los alimentos hacia el estómago. Si experimentas disfagia (dificultad o imposibilidad para tragar), regurgitación (el alimento tragado se devuelve a la garganta o boca), vómitos persistentes, o pérdida de peso por la baja ingesta de alimentos, es hora de buscar ayuda médica especializada.

¿Qué estudios se requieren para el diagnóstico de acalasia?
Una de las pruebas más importantes para diagnosticar la acalasia es la manometría esofágica. Este estudio mide la presión y los movimientos musculares en el esófago mediante una sonda que pasa por la nariz hasta el Esfínter Esofágico Inferior (EEI) que es la unión del esófago con el estómago, si bien puede sonar intimidante, es un procedimiento rápido, seguro y sobre todo fundamental para el diagnóstico.
Hay otras pruebas como el esofagograma baritado, un estudio de rayos X en donde es posible observar la forma del esófago. Estos junto con la endoscopia, son esenciales para plantear un tratamiento adecuado.
Recuerda, ¡no intentes auto diagnosticarte! Si crees que puedes tener acalasia, consulta a un especialista en padecimientos del Tracto Digestivo Superior. El evaluará tus síntomas y la necesidad de realizar las pruebas que te guiarán para el diagnóstico y tratamiento adecuado.
¿Cuál es el tratamiento de la acalasia?
El tratamiento depende de varios factores, incluida la gravedad de tus síntomas y tu salud en general. Las opciones pueden incluir medicamentos los cuales han resultado poco efectivos, la dilatación endoscópica para ensanchar o abrir el esfínter esofágico inferior (EEI) y en casos más graves, la cirugía.
Así que si presentas disfagia y sospechas de acalasia, no te quedes con la incertidumbre. Busca ayuda médica y sigue las recomendaciones del especialista. ¡No tienes que enfrentar esto solo!


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